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Historia

Viendo la tranquilidad de estos perros no se te ocurriría pensar que en sus orígenes eran utilizados como perros de peleas con toros y osos en la Inglaterra del siglo XIX, sin embargo ese fue su primer ‘trabajo’. Desde que se prohibieron las peleas de perros la raza fue cambiando físicamente -se volvió más pequeña y menos atlética– y, sin perder su valentía y capacidad de lucha, se adaptó fácilmente a la vida de compañía en el hogar. La raza fue reconocida por el United Kennel Club en 1935.
Características
Tamaño:
Machos: 25 kg
Hembras: 23 kg
Altura:
Machos: 40 cm
Hembras: 37 cm
Características:
Cuello grueso, braquiocefálico (cara aplastada), muchas arrugas
Expectativas:
Nivel de energía: relajado
Esperanza de vida: 8 - 10 años
Tendencia a babear: alta
Tendencia a roncar: alta
Tendencia a ladrar: baja
Tendencia a excavar: baja
Necesidad de atención/Socialización: moderada
Pelo:
Longitud: corto
Características: liso
Colores: atigrado (sutil efecto "rayas de tigre"), pinto, rojo, leonado o blanco sólidos
Necesidad de aseo general: baja
El bulldog inglés es una pequeña mole fornida cuyos característicos andares de cangrejo rebosan de fuerza, estabilidad y vigor.
La cabeza del perro es grande y esférica, y el hocico es extremadamente corto, lo que da a la cara un aspecto aplanado. Los ojos del bulldog inglés son oscuros y están situados bajos y separados en la frente en el plano frontal. La trufa es negra y ligeramente respingona. Las mandíbulas son enormes, anchas y en prognatismo inferior. La mandíbula inferior sobresale ante la superior y apenas deja a la vista los incisivos inferiores, lo que produce una mueca cómica. Los labios son carnosos y colgantes. Las mejillas son bien redondeadas y sobresalen hacia los lados. Las orejas son finas, pequeñas y se inclinan hacia adelante como solapas que enmarcan la frente.
El cuello del bulldog inglés es corto y grueso; los hombros son enormes, musculosos y anchos. El pecho es profundo, la espalda tiene forma cilíndrica y está ligeramente arqueada. Sus caderas redondeadas sobresalen ligeramente sobre el nivel de la espalda. La cola achaparrada es gruesa y recta o bien enroscada. Sus patas cortas y robustas están bien musculadas. Están separadas y ligeramente arqueadas en los codos y corvejones para dar forma a una postura firme y de base amplia.
El bulldog inglés mide unos 40 cm. La hembra pesa aproximadamente 23 kg, y el macho unos 25 kg.
Su piel es suelta y colgante con intensas arrugas y gruesos pliegues en la cara y una papada que cuelga desde la garganta. El pelo es corto y de textura fina. Los distintos patrones de color son atigrado, pinto y blanco, rojo, leonado o barbecho sólidos.
Personalidad
El bulldog inglés tiene un talante dulce y dócil. Fiable y predecible. Es una maravillosa mascota familiar y es cariñoso con casi todos los niños. Esta raza, centrada en las personas, exige activamente nuestra atención.
Sin embargo, han conservado la valentía originaria de su crianza para las peleas con toros, por lo que son buenos perros de guarda. Aunque suelen llevarse bien con otras mascotas de la familia, los bulldogs ingleses pueden ser agresivos ante perros que no conocen.
Preocupaciones
Problemas oculares
Los ojos del bulldog inglés son especialmente delicados y en consecuencia esta raza canina presenta un especial riesgo de sufrir las siguientes enfermedades oculares:
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Ectropión: El ectropión en perros es una enfermedad en la que el párpado se desplaza hacia el exterior, comprometiendo la salud de la parte interna del párpado que ahora queda en contacto con el medio externo. Se trata de una enfermedad con buen pronóstico pero cuyo tratamiento veterinario es imprescindible.
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Entropión: El entropión en perros es la situación contraria a la anterior. En este caso, el borde del párpado se dobla y queda hacia dentro. Esta situación se caracteriza por el contacto de las pestañas con el globo ocular, lo que causa principalmente irritación, dolor y dificultad para mantener los ojos abiertos. El entropión se trata gracias a una intervención quirúrgica.
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Queratoconjuntivitis: Esta enfermedad puede causar lesiones graves en el globo ocular si no es tratada a tiempo. La queratoconjuntivitis causa inflamación en las glándulas lagrimales, la conjuntiva y la córnea. Esta enfermedad causa secreción mucosa, enrojecimiento e incluso úlceras en la córnea. El tratamiento consta de la aplicación de colirios humectantes y antibióticos, aunque en algunos casos, también se puede acudir a la cirugía.
Problemas respiratorios
El hocico chato del bulldog inglés junto con su cabeza ancha provoca un fenómeno conocido como síndrome braquicefálico, este síndrome causa una respiración ruidosa, la cuál es normal debido a la distribución y tamaño de las estructuras respiratorias, no obstante, también causa problemas que deben ser tratados y que se manifiestan a través de los siguientes síntomas:
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Respiración fuerte, aumento de los ronquidos, o vómitos
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Dificultad respiratoria, mucosas azules
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Respiración nasal continua, que además se realiza con la boca abierta
Ante estos síntomas se debe acudir urgentemente al veterinario ya que la irrigación de oxígeno a los tejidos puede verse comprometida. El tratamiento farmacológico suele realizarse a través de principios activos antiinflamatorios y broncodilatadores, no obstante, en algunos casos puede ser necesaria la cirugía.
Displasia de cadera y codo
Si bien el bulldog inglés no es una raza especialmente grande, lamentablemente también sufre una mayor predisposición a sufrir displasia de cadera.
La displasia de cadera es una enfermedad ósea y degenerativa que afecta a la articulación coxofemoral, que es la que une la cadera con el fémur. Esta articulación se deforma, lo que causa en el perro dolor y cojera, observándose estos síntomas sobre todo durante el ejercicio. El tratamiento generalmente es farmacológico y se destina a aliviar los síntomas, no obstante, en algunos casos el veterinario puede recomendar cirugía.
La displasia de codo es una enfermedad que se origina en la etapa de crecimiento y que afecta a esta articulación causando inflamación y degeneración progresiva del tejido óseo y articular. Los síntomas principales son la cojera, el dolor y la intolerancia al ejercicio físico. La primera opción de tratamiento es la ortopedia, no obstante, en casos graves puede ser necesaria una intervención quirúrgica.
Problemas de piel
El sistema inmunológico del bulldog inglés es especialmente sensible, por este motivo esta raza está especialmente predispuesta a las alergias, que son aquellas reacciones exageradas de las células de defensa ante un determinado alérgeno. Las alergias que afectan en mayor grado al bulldog inglés son las cutáneas.
Las alergias cutáneas que podemos observar en el bulldog inglés son principalmente causadas por la inhalación de alérgenos, como por ejemplo moho o polen. Un bulldog inglés con alergia manifestará un picor constante, con inflamación y enrojecimiento de la piel, erupciones, lesiones e incluso heridas provocadas por rascado excesivo.
En este caso se debe acudir al veterinario para que trate de averiguar el alérgeno causante y determine un tratamiento, que puede realizarse a base de antihistamínicos, de antiinflamatorios y analgésicos tópicos o en los casos más severos con fármacos corticoides para suprimir la respuesta del sistema inmune.
Consejos para mantener la salud del bulldog inglés
Que el bulldog inglés sea una raza predispuesta a sufrir diversas enfermedades no significa que no podamos hacer nada para prevenir la aparición de estas patologías, presta atención a los siguientes consejos, muy importantes para mantener a nuestro perro en buen estado:
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Al bulldog inglés no le gusta el ejercicio, esto no implica que no lo necesite, pero sí debe ser un ejercicio suave y adaptado a las necesidades que presenta este perro
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Es imprescindible que nuestra mascota siga adecuadamente el calendario de vacunas establecido
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Para prevenir el sobrepeso en este perro es importante brindarle una buena alimentación, adaptada a los requerimientos nutricionales de cada etapa vital
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Para reducir las alergias del bulldog inglés es su entorno debe mantenerse limpio y desinfectado, pero para ello no deben emplearse químicos agresivos
Cuidados Básicos

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Es necesario brindarle una alimentación balanceada para evitar que sufra de sobrepeso u obesidad.
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Lleva a tu perro periódicamente a consultas veterinarias para un chequeo general y así descartar posibles complicaciones en la salud, además recuerda tener todas sus vacunas al día.
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Sáquelo a pasear diariamente, la actividad física es un factor fundamental en la salud de todo perro, pero evite que participe en ejercicios exhaustivos cuando hayan condiciones climáticas muy húmedas o muy cálidas.
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Se recomienda cepillar su pelaje dos o tres veces por semana, es algo que él disfruta y además mejora su apariencia.
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Limpie sus arrugas con regularidad (1 o 2 veces por semanas), esto puede hacerlo con un algodón remojado y enjabonado, enjuague y seque perfectamente para evitar la propagación de bacterias.
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Báñelo cada 3 o 4 semanas para prevenir pulgas, ácaros y hongos, utilice un shampoo que no altere el pH de su piel.
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Cuando vaya a bañarlo, utilice algodón para tapar sus oídos y evitar que entre agua.
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Debido a sus orígenes, este perro suele ser muy «mordelón», en especial durante su edad joven, así que procure proporcionarle un artefacto o juguete con el que pueda mantenerse entretenido.